Entré en la cocina y las chicas estaban ya a la mesa. Nayara
ni me miraba me daba la sensación de que todavía estaba resentida por lo de
ayer. Samanta en su sitio nos miraba, me daba, que se había quedado con la duda
de qué abría pasado antes. Tamara que ya se había sentado tampoco nos miraba.
Estaba igual que Nayara solo que ésta estaba roja y seguía en fase culpable por
haber interrumpido. A parte, le había afectado muchísimo vernos y no entendía
por qué. Bueno, es cierto que estábamos en una situación comprometida pero
cualquiera habría dicho lo siento y ya está. Ella en cambio es como si se
sintiera mal. No lo entendía.
El desayuno estaba puesto. Hoy las chicas habían preparado
jugo, leche, galletas y bollos. Todas las calorías que necesita una buena mujer
nada más levantarse. Me había prometido que a estas alturas debería de bajar
algunos kilillos pero cuando tienes delante tanta comida calórica te olvidas de
las promesas por completo. Ataqué la primera la comida junto con Carlos que
parecía gracioso por mi hambre a diferencia de las chicas que estaban todas
calladas y serias. Las miré una a una. ¿Qué debería de hacer? A Samanta debería
de explicarle qué había pasado en el cuarto para que quitara esa cara y como
que decirlo en alto me parecía feo deseché la idea. Pasé a Tamara. A ella
debería pedirle disculpas por lo que acababa de ver y debería preguntarle qué
era lo que la tenía tan triste pero eso a lo mejor no lo querría decir delante
de todas así que también deseché esa idea. Por último me quedaba Nayara. A ella
debería de pedirle disculpas y que por favor no tardara tanto en explicarme qué
me había pasado y cómo había sido mi accidente. Por ahora sabía que ella había
tenido algo que ver pero no sabía en qué sentido. Empezaría por la disculpa.
-Nayara…- Todos me miraron cuando hablé, eso hizo que me
arrepintiera al momento pero ya no había remedio.- Quería pedirte disculpas
otra vez por lo de ayer. Sé que para ti es difícil contarme qué pasó pero
cuanto antes lo hagas será mejor.
Todos me miraron alucinados. Creo que ninguno se imaginó que
fuera a decir algo así. Tan impactante. Nayara asintió y en vez de decir que
aceptaba mis disculpas dijo.
-La verdad es que yo no debería haberme puesto así tampoco.
Te pido disculpas pero es que me dolió que pensaras eso de mí.
-No pasa nada.- fue lo único que dije y volvió otra vez el
silencio. ¿Pero que les pasaba hoy a todos? Carlos me miraba. Eso era una señal
de que él pensaba lo mismo que yo. Me estaba hartando de esa situación así que
lo dije bien clarito.
-A ver, ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué estáis tan calladas?-
Todas se miraron las unas a las otras. ¿Qué estaba pasando?
-Pues… es que…- Dijo Nayara, pero yo ya no podía más con
tanto misterio.
-¿Es que qué?
Muy bien Claudia, pero no lo hagas tan corto...que sean más largito.
ResponderEliminarA seguir subiendo capítulos.