-Hace un rato - dijo Tamara- mientras te despertaba Carlos
(eso lo dijo con segundas la traidora) te llamaron al móvil. Clarísimamente no
lo cogimos pero vimos quién era.
-¿Y? ¿Quién era?- Todas se miraron y yo me asusté. ¿Quién
sería? ¿Otra vez el estúpido de Sergio? ¡No, por dios!
-Ponía…
-¿Ponía el qué? Me estáis poniendo nerviosa.
-Ponía mamá.- ¿Qué? ¿Mi madre? ¿Que querría de mí después de
dos años sin hablarnos? Bueno… todavía no había recordado porqué no nos
hablamos pero ¿Qué raro… qué querría?
-¿Es broma?
-No, por dios. ¿Cómo íbamos a bromear con eso?- Dijo Tamara.
Las miré a todas. Una por una. No creía que me estuvieran
engañando pero tampoco entendía para qué me había llamado mi madre.
-Bueno, ya volverá a llamar.
-¿Qué?- ese fue Carlos. Lo miré impresionada.
-No deberías esperar. Si estas enfadada con ellos y te han
llamado tal vez sea una urgencia.- Por ese lado Carlos tenía razón. Me levanté
de la mesa y fui a la sala a por mí móvil. En nada descubriría qué querían.
Encontré el móvil encima del sillón. Me senté. Nadie me
había acompañado. Me sentía muy sola.
-¿Me quedo o prefieres estar sola?- Mi héroe. Carlos me miró
y me sonrió de lado. Me encantada. Era tan autentico.
-Prefiero que te quedes.- Me miró largo rato hasta que se
sentó a mi lado.
-¿Vas a llamar?
-¿Ha sido idea tuya no?
-Sabes que es lo mejor.- Lo sabía pero era duro escuchar
otra vez a mis padres. Los echaba mucho de menos y no sabía que podría pasar.
¡Y ni si quiera sabía por qué no les hablaba!
-Sé que lo es.- Como yo no me decidía Carlos me quitó el
móvil. Vi lo que hacía. Me pasó el móvil y ya estaba dando tonos. Iba a hablar
con mi madre. Otra vez.
-¿Isabela?- Mi madre. Sonaba igual que siempre. Qué ganas de
verla otra vez.
-Esa misma.- Estaba tan impresionada que no sabía ni qué
decir.
-Vaya, sigues enfadada. Pues deja el enfado a un lado.
Necesito que vuelvas a Madrid.
-¿Qué? – Ella igual que siempre. Exigiendo. No te explicaba
las cosas. Ella no.
-Tu padre está enfermo Isabela.
ADELANTO POR EL COMENTARIO DEL CAPÍTULO 33
-¿Cómo que enfermo?- No me lo podía creer. Mi padre enfermo.
Era todo tan irreal. Dios, quería estar con ellos ya ahí para ayudarlos en lo
que fuera necesario.
-¿Pero eres tonta? ¡Enfermo!- ¿Cómo era mi madre capaz de
decir eso con tanta facilidad? ¿Estaba loca o qué?
-Pero, ¿Es grave? – Mi madre al otro lado del teléfono bufó.
-Si no fuera grave no te llamaría. Deberías saberlo.
-Ya lo sé.
-Además, solo lo he hecho por tu padre. Quiere verte.
Necesita decirte una cosa.
-¿Qué cosa?
-Cuando vengas te lo dirá él.
¿Y si pudiera ser un poquito más grande?
ResponderEliminarQuedaría mejor!!!
Vamos, que habemos gente enganchada.
Cierto muchos enganchados y siempre nos deja con ganas
ResponderEliminarCierto muchos y cada ves mas
ResponderEliminarPorfavor claudia no nos dejes con tanta intrigaa!! Queremos seguir leyendo!!
ResponderEliminarSigue escribiendo, capítulos largos, nada de pequeños avances, por favor!!!!! Besicos
ResponderEliminar