-¿Qué Sergio y Samanta qué?- decía Nayara.- No me lo puedo
creer. Pero qué fuerte de su parte. De parte de los dos. Seguramente por eso no
ha querido venir hoy. Nos contó que se sentía mal.
-Lo peor no es lo de Samanta.-Dijo Tamara- ¿Cómo se atreve
Sergio a mentirte sabiendo que ibas a recuperar la memoria en breve? ¿Es tonto
o qué?
-No pensó que fuera a recuperar la memoria. Él mismo me lo
dijo ayer por la mañana solo que yo no lo había entendido hasta ahora. Y
Samanta está colada por él se le nota a la legua pero a mí no me importa. Que
se lo quede. A mí lo que me molestó fue que no me lo contara.
-Claro te entendemos. ¡Nosotras no sabíamos nada que si no!-
Tamara no dejaba de hablar y de darle vueltas a lo de Sergio y Samanta. A mí el
tema ya no me atraía así que miré a Nayara que parecía perdida. Era la hora de
preguntarle qué le pasaba.
-Nayara, ¿Qué te pasa? Andas como perdida. Incluso más que
yo desde que he despertado del coma. Es como si no sé. Estuvieras siempre
pensando.- Nayara me miró directamente a los ojos y la culpabilidad que sentía
por algo era palpable.
-Todavía no estoy preparada para contártelo.- Me quedé
callada. ¿Qué tendría que contarme? ¿Acaso ella también me había mentido sobre
algo? Tenía cara de tonta o qué. No soportaba las mentiras y desde que me había
despertado es como si todo el mundo intentara engañarme.
-¿Es muy malo?- Pregunté. Ella lo pensó durante un largo
rato y parecía que iba a responder pero la que lo hizo fue Tamara.
-Lo que te tiene que decir Nayara lo sabemos todos menos tú.
En eso sí que no la presiones. Cuando quiera contártelo lo hará.- ¿Qué sería? Y
¿Por qué tanto misterio?
-Bueno, vale, me rindo. Cuando quieras me lo puedes contar
si no es que yo lo recuerdo antes.- Nayara me miró sorprendida. Creo que
pensaba que lo que quiera que no me quisiera contar no lo podría recordar por
mí misma. Igual que Sergio. Él se equivocó.
-Ojala no lo recuerdes. Me odiarías.- Su declaración me
sorprendió tanto que me quedé blanca como el papel. ¿Tan grave era? ¿Qué podría
haberme hecho ella? Sí tenía cara de niña buena y en los dos días que llevaba
conociéndola parecía que no rompía un plato. Mi madre qué estrés. No entendía
nada.
Salí de la cocina en busca de Carlos pero no estaba en la
sala. Toqué en el baño y tampoco. ¿Se abría ido? Entonces entré en mi
habitación y lo vi de espaldas. Parecía mentira que justo esa noche habíamos
dormido juntos. No paraba de pensar en eso. Se había quedado conmigo.
Haciéndome cosquillas. En todo este tiempo nunca había pedido nada a cambio. Me
encantaba su forma de ser. Mentira. Me encantaba todo él. Y es que con solo
mirarme ya me estaba dando algo. Un colapso. Perdonen a Isa. Últimamente Isa
habla demasiado.
-Hola. ¿Qué haces aquí?- Él no se movió así que yo me
acerqué más a él y cuando justo casi ya podíamos tocarnos se giró. Estábamos
demasiado cerca. Quería que me besara con todas mis ganas pero él parecía que
no tuviera esas intenciones. Me abrazó. Estuvimos así largo rato hasta que se
separó de mí y me miró directamente a los ojos. Yo no podía hablar. No sabía
qué decir. Él en tan solo dos días se había convertido en alguien muy
importante para mí.
-Estaba pensando.- Esa fue su única respuesta. ¿Pensando en
qué? Tenía la mirada triste y podía ver como unas pequeñas ojeras asomaban en
su precioso rostro. Parecía cansado. Pero ¿Por qué? Estaba muy preocupada por
él.
-¿Pensando en qué Carlos?
-No es nada importante. ¿Ya les contaste todo a tus amigas?
¿Qué dijeron?- Pensé en seguir preguntándole pero eso sería hacerle contarme
cosas a la fuerza y yo quería que me las contara cuando él quisiera.
-Sí. Ellas no sabían nada. Se quedaron muy sorprendidas.
Pero bueno, tampoco es que me importe mucho Sergio.
-Está bien. Pues se acabó Sergio. Vístete. Te voy a invitar
a cenar.
-¿De verdad?- ¿A mí? ¡Me iba a invitar a cenar! ¿Qué me
ponía? ¿Era una cita o solo íbamos en plan amigos? ¿Se quedaría a dormir otra
vez esta noche? Eran demasiadas preguntas. Mejor dejarse llevar.
-Claro. A ti. ¿A quién si no?
te amo bebe. HOY Y SIEMPRE. ME ENCANTA TU HISTORIAAA. SIGUE ASÍ.
ResponderEliminar