CAPÍTULO 3

Lo miré y me miró. Me puso una mano por detrás de la espalda y me ayudo a sentarme en la cama. En ese momento comprendí que el enfermero, mi enfermero. Bueno, Carlos. Me vería completamente desnuda y ya no me pareció tan buena idea.

Me dio la mano otra vez y yo cogí impulso y me levanté. Él me miró y me sonrió. Había superado la prueba y sin caerme ni nada. Cuando fui a dar un paso ya decidida a que podía comerme el mundo se me nubló la vista y vi la galaxia. Miles de puntitos blancos. Cuando volví a la realidad Carlos me sujetaba en una especie de abrazo y no se movía. Pensé que me volvería a acostar. Me gustaba estar en esa posición así que hice trampa y volví a cerrar los ojos. Hasta que pensé que me estaba pasando y los abrí. Le di dos toquecitos en el hombro y me miró. No dijo nada simplemente me llevo al baño y me sentó en una silla. Me dio un sujetador y unas braguitas demasiado provocativas para mí a decir verdad y me dijo que se iba a girar y no miraba. No lo creía pero me daba igual. Me quité la bata y me puse las braguitas. ¿De dónde habrían salido? ¿Es que en dos años había cambiado toda mi ropa interior? Cuando me iba a poner el sujetador Carlos se giró. Me tape como pude.

-¿Pero no decías que no ibas a mirar? ¡Eso es trampa! Te estás aprovechando. ¿Acaso haces eso con todos los enfermos o solo con la mujeres?

- Solo lo hago contigo. Ya me giro, no te preocupes, solo quería ver si necesitabas algo y para que veas que no soy una mala persona,  lo cierto, que es que pensaba que ya tendrías puesto el sujetador. ¿Te cuesta moverte? Quiero decir, ¿Sigues sintiéndote cansada? ¿Te pesan los brazos o las piernas?- ¿Solo había sido por eso? ¿Por qué pensaba que quería ligar conmigo? ¿Tan ciega me estaba volviendo no recordar nada? Pero si era todo producto de mi imaginación, ¿Por qué se le notaba con ganas de reírse? ¿Y por qué había dicho que solo lo hacía conmigo?

Me terminé de poner el sujetador y en vez de avisarlo lo examiné por detrás. No sabía decir si estaba mejor por detrás o por delante. Ahora que me fijé bien no llevaba puesta la bata de enfermero con la que me recibió las otras veces. Iba vestido con un pantalón beige y un polo blanco los zapatos eran azul marino. Tenía un buen culo. Como es normal Isa tenía que hablar. Se giró y me pilló mirándolo. Vale que él me viera media desnuda pero se dio cuenta de que yo lo estaba desnudando con la mirada. Y el cretino me sonrió. Era un ligón de mucho cuidado. Seguro que lo hacía con todas. Tendría que andarme con un ojo abierto.

-Hoy no llevas la bata de enfermero.- Él se rió. Y para mi sorpresa me dijo.

-Es que hoy comienzan mis vacaciones de verano.- ¿Entonces, cuando viniera a hacerme las curas al hospital no me las haría él? Qué disgusto.

Cuando ya estaba vestida que Carlos se había ido a buscar mi alta apareció una de mis tres amigas. Esta me había dicho que se llamaba Nayara pero que los amigos la llamaban Nani. Yo era su amiga según ella pero como no estaba segura de absolutamente nada la llamaría Nayara. Me fijé en ella y me di cuenta de que tenía ojeras y sus ojos color caramelo estaban cansados. Tenía el pelo castaño pero en las puntas se veía un morado precioso que me dejo asombrada. ¿Quién se pone de morado el pelo y le queda tan bien como a ella? Era muy guapa. Detrás de ella vino Tamara para los amigos Tami, y Samanta para los amigos Sami. Para mí todas con sus nombres. Se sentaron alrededor mía y me miraron muy seriamente. Me estaban poniendo de los nervios pero no quería ser grosera con ellas. Samanta fue la primera en hablar.

-¿Te encuentras con fuerzas para regresar a tu piso Isa?- En su voz se podía apreciar la preocupación. Decidí que si llevaban toda la semana esperando a que me despertara y yo había pasado todo el curso con ellas como habían dicho debía de respetarlas y tratar de ser amable aunque solo quisiera decirles que no las conocía y que no quería irme con ellas.

-Sí, muchas gracias por preocuparte Samanta.- Las tres se miraron. Creo que les sorprendió que la llamara por su nombre completo sin abreviar pero no me dio mucho tiempo a pensar puesto que entró Sergio a la habitación.