Me desperté desorientada. Había soñado algo. Pero ya no lo
recordaba. Era frustrante. Miré el reloj que había colgado en la pared. Una
pared muy blanca que me molestó. Eran las 5 de la tarde. Perfecto. Había sobrevivido a 10 horas y todavía no había
recuperado mis recuerdos. ¿Dónde estaban? Quería recordar YA. Dentro de
aproximadamente 1 hora vendrían a buscarme y me llevarían a mi casa. Estaría
con el novio. Mi novio. ¿Pero porque no recordaba ya? Dios, que agobio.
La puerta se abrió y apareció una persona perfecta.
Maravillosa. Encantadora. Increíble. Un ángel. Él. ¿Hace falta decir quién?
Cuanto más lo miro más me enamoro. Olviden lo de me enamoro solo es que es tan
guapo. Bueno fin. Tengo que dejar de pensar así.
-Buenas tardes dormilona. ¿Cómo te encuentras?- Si me besas
recuperaré la memoria como las princesas que se despiertan con un simple beso.
Es eso. Yo necesito un beso de él. Tal vez no me despierte pero lo quiero
igualmente.
Un gran paréntesis. A esta parte de mi cabeza. La que piensa
compulsivamente sobre Carlos, el enfermero. Le voy a poner nombre. De ahora en
adelante la llamaré Isa, yo soy Isi ella es Isa. Perfecto. Pues Isa cállate. No
me puedo concentrar.
-Isabela ¿Te encuentras bien?- Lo miré, llevaba un rato esperando una respuesta pero
es que Isa no me dejaba pensar así que solté lo primero que me vino a la mente.
Y mi mente no es que este muy bien últimamente.
-Me gusta tu sonrisa.- Bueno, podría haber sido peor. Como
mi “novio” se entere de que estoy ligando con mi enfermero me mata. ¿Cómo será
Sergio? La verdad es que no he pensado en él ni un momento en las 10 horas que
llevo despierta-durmiendo.
-Y a mí la tuya preciosa.- ¿Eso había sido a mí? Paro
cardiaco. Ayuda.- Acaba de llegar Sergio, tus amigas están con él. De un
momento a otro vendrán a buscarte. Sería bueno que te vistieras. He venido a
ayudarte.
-¿A ayudarme? ¿A qué? ¿A vestirme? – Carlos se sonrojó. ¡Se
sonrojó! Hay que me lo como. Otra vez Isa. Discúlpenla.
-Sí, es que soy tu enfermero. Bueno, el que te han asignado
así que mi trabajo consiste en ayudarte. No te has levantado desde que
despertaste del coma y tengo que ver si te mareas que es lo normal, además, con
la pierna así sin mi ayuda te va a ser muy difícil. Pero si te sientes incomoda
puedo llamar a una enfermera.- Su cara me dijo que no quería llamar a ninguna
enfermera quería ayudarme él. Y yo quería que me ayudara.
-Sí, no te preocupes es sólo que te acabo de confesar que me
gusta tu sonrisa y ya me vas a ayudar a desnudarme. Esto va un poquito rápido.-
Carlos se relajo y sonrío. Bendita sonrisa. Pensaría que lo estaba diciendo en
broma pero iba muy enserio. De todas formas él no tenía porqué saberlo. Encima
yo tenía novio y él lo sabía. ¿Cómo podría estar pensando siquiera en ligar con
él? Seguramente el sólo estaba haciendo
su trabajo.
Me cogió una mano. Con demasiada delicadeza. Como si me
fuera a romper. Me encantó y sentí una electricidad por todo el cuerpo
enseguida.
esto se pone interesante jajajaja
ResponderEliminarMuy bien
ResponderEliminar