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miércoles, 28 de agosto de 2013

CAPÍTULO 1




Me siento agobiada y me duele mucho la cabeza y la pierna. En ese momento abro un ojo. Después el otro. En frente de mi tengo a un moreno increíble, con una barbita de dos días como me gustan y una enorme sonrisa en esos labios tan (repito) tan bonitos. Es mi enfermero Carlos. Bendito enfermero. Lleva con esa preciosa sonrisa desde que me he despertado esta mañana.

-Isabela, ¿Cómo te encuentras?

-Me duele la cabeza y la pierna.- Clarísimamente no le digo que ahora que le he visto me siento mucho mejor. ¿Antes de todo yo era así? ¿Pensaba así de todos los chicos? ¿Acaso no debería estar súper enamoradísima del supuesto novio? Mi novio.

-Es normal. Tuviste un traumatismo craneal grave producido por el impacto de un coche. Como ya sabes llevabas una semana en coma pero te has despertado esta mañana. Además tienes una herida importante en la pierna. Nada más llegar hubo que darte puntos pero aún así estoy muy contento. Te estás recuperando muy bien.- Lo que no sé si es normal en mí es atender solo a la parte en que me dice que está muy contento. ¿Contento porque es mi enfermero y estoy mejor? O ¿Contento porque quiere que me recupere rápido y me case con él? En los dos casos me encanta.

-¿Cree que deberé seguir en este hospital mucho tiempo?- Intento disimular mi preocupación por alejarme de sus sonrisas y volver a un mundo, a mi mundo, del que no recuerdo la mitad de las cosas. Al parecer no conseguí engañarlo porque me miro con ojos preocupados y me respondió.

-La verdad es que no. Tus amigas están esperando a que tu novio Sergio llegue para darte el alta y así os vayáis a casa. De todas formas tendrás que seguir viniendo al hospital para realizarte las curas necesarias en la pierna. - Miedo. Estar sola con ellos me dio mucho miedo.

-No los conozco.- Me miro con expresión triste pero con una gran sonrisa. No lo entendí. Se sentó a mi lado. Me miró la mano y creo que tenía intención por cogérmela pero no lo hizo. Simplemente me volvió a mirar y me dijo.

-No te preocupes por nada. Poco a poco iras recuperando la memoria. Los traumatismos cerebrales suelen producir amnesia por un corto período de tiempo. A lo mejor lo recuerdas todo en media hora o quizás dentro de unos días pero no puede pasar una semana. Si eso llegara a pasar tienes que volver para que te hagamos unos estudios. Pero no te preocupes porque yo sé que pronto recordaras.- Recordar. Qué bien sonaba, pero ¿Acaso quería recordar? ¿Serían buenos mis recuerdos?

-¿Le puedo hacer una pregunta?- Por un momento pensé, mi enfermero. Pero después me lo quite de la cabeza. ¿En que estaba pensando? Pues sí que me había dado fuerte en la cabeza.

-Claro. Pregunta lo que quieras Isabela.- Deje de respirar. No sé porque pero lo hice. La verdad es que sí sé porqué. Mi nombre. Había dicho mi nombre y había sonado tan bien dicho por él. Cuando mis amigas me lo habían dicho me había parecido como que no era mi nombre como si fuera algo raro pero ahora dicho por el sonaba de maravilla. Me gustaba. Me llamo Isabela y me muero por Carlos. Vale. Olviden el “me muero por Carlos”.

- ¿Porqué no han llamado a mis padres?- Carlos me miró y fue a decir algo pero entraron mis amigas y se nos quedaron mirando. Carlos estaba sentado en mi cama como si fuéramos amigos. Nadie diría que nos habíamos conocido esa misma mañana. Parecía que estuviéramos teniendo una conversación a escondidas por el tono de nuestras voces. Aunque a decir verdad. Era cierto. Pero debíamos haber hablado muy alto o ellas tenían un gran oído porque en ese momento se adelanto Tam. Diminutivo de Tamara. Y me dijo.

-No hemos llamado a tus padres ni nosotras ni el hospital porque no les hablas desde que viniste de Madrid. Nunca nos contaste porqué no les hablabas así que no sabemos decirte el motivo. Lo siento mucho Isi. Ojala nos lo hubieras contado para poder ayudarte.- ¿No le había contado nada de mis padres a mis amigas? Me parecía muy raro. Si tengo los mejores padres. ¿Por qué no les hablo? Que dolor de cabeza.

-No lo entiendo.- Ahora que lo pienso desde que me desperté esa es mi respuesta para todo. Quizás dormir sería una buena idea. Así dejaría de pensar.- Carlos me siento muy cansada.

-No te preocupes Isabela. Duerme, lo mejor es que nos vayamos todos y descanses. Desde que venga  Sergio yo me encargo de despertarte.- Pero yo ya no lo escuchaba. Lo que resonaba en mi cabeza era mi nombre. Dicho por él. Otra vez.

1 comentario:

  1. Lo he leído!! Me encanta!!
    Un besazo
    www.cdlinfierno.blogspot.com.es
    CDI

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