Nuestras respiraciones estaban agitadas. Sí hubiera sido
Carlos no me importaría. Es más me hubiera encantado pero en vez de él era
Sergio y me tenía presa contra la pared.
-Hola cariño. Perdona si te asusté pero quería darte un beso
y no me aguantaba más.- ¿Qué no se aguantaba más? ¡Pues no le quedaba nada! El
beso que se lo diera otra porque lo que es yo no se lo iba a dar. Tenía que
pensar algo rápido. ¿Cómo podría quitármelo de encima sin hacerle mucho daño?
¿Y si empezaba a gritar? A lo mejor era una buena solución. No pude pensar nada
más porque se pegó más a mí con la clarísima intención de comerme. Ayuda.
¡Socorro!
-¿Isi estas en el probador?- Era Samanta. ¡Dios salvado otra
vez! Miré a Sergio y le hice un gesto de disculpa. Me separé de él y abrí el
probador. Delante nuestra apareció Samanta con cara sorprendida por ver a Sergio.
-Sí, estoy aquí ¿Para qué me querías?- La miré y ella seguía
mirando a Sergio pero después de un momento me miró a mí y me dijo.
-Es que quería hablar contigo de una cosa.- ¡Gracias,
gracias! Salí del probador con ella y cuando ya estábamos alejadas de Sergio,
Samanta me preguntó.
- ¿Y eso? ¿Por qué estabas sola con Sergio en el probador?
Hace solo una hora nos dijiste que te gustaba Carlos ¿Y ahora te estabas
morreando con Sergio en el probador?- Cualquiera diría que Samanta estaba
celosa de que yo estuviera con Sergio en el probador. Qué raro. ¿Y si ellos dos
habían tenido algo?
-¿Preferías a ver sido tu la que estuviera con él en ese
probador?- Samanta me miró sorprendida pero se quedó callada.
- Perdona que no estuviera esperándote el siguiente modelito
en los probadores. Tamara me llamó para que te diera esto.- Me dio un collar
precioso. Tenía forma de corazón y dentro se le podía poner una foto. Me
encantó.
-Es precioso. Me encanta. Me lo llevo junto con todo esto.
Tú también tendrás que esperar para verme los otros modelitos. Así habrá la
magia que me comentabas en la tienda anterior.
-Así me gusta. Vas aprendiendo.- Y me guiño un ojo. Cada vez
que lo hacía parecía que se volvía más guapo. Era tan perfecto. A las chicas
les había dicho que me gustaba un poquito pero me gustaba un poquito más de un
poquito.
Fui a pagar con Carlos y las chicas pero entonces me di
cuenta de que Sergio hablaba con Samanta demasiado bajito. Como si no quisieran
que los escucharan. ¿Qué tendrían aquellos dos? A mí no me escondían nada y al
parecer Samanta estaba coladísima por Sergio. Mi supuesto “novio”.
Al siguiente sitio donde fuimos a parar fue al McDonald´s.
Nos estábamos comiendo unos helados y riéndonos cuando de pronto me quedé
pensando en Carlos. Al final el collar había decidido comprármelo él y lo hizo.
Ahora lo llevaba colgado del cuello y de vez en cuando lo sujetaba. Me gustaba
que me lo hubiera regalado. Sergio en cambio no se había dado ni cuenta de que
Carlos me lo había comprado, pues, tenía una conversación muy entretenida con
Samanta. ¿Qué tendrían ellos dos? No paraba de pasarme por la cabeza mientras
de vez en cuando saboreaba el helado.
-Estás muy callada. No es normal en ti. ¿Te pasa algo?-
Carlos como siempre preocupado por mí. Pero como no me iba a gustar si era un
amor de persona. Me gustaba y mucho. Punto y final.
-Cuando lleguemos a casa te cuento.- Lo miré y sus ojos
brillaban. Me fascinaron.
-Parece que somos novios. ¿Te das cuenta de que tu novio lo
tienes a solo dos pasos no? Y que nos mira de vez en cuando. Yo no le gusto y
parece que eso a ti no te importa.- Me sorprendió la sinceridad de sus
palabras. Él nunca me había sido tan directo. Estaba cogiendo confianza en mí y
eso me gustaba.
-No me importa mucho Sergio. Además mira cómo habla con
Samanta.
-¿Estás celosa?- La pregunta de Carlos me dejó descolocada
¿Estaba celosa? ¿Yo de Sergio? Imposible. No pude aguantarme y me eché a reír.
-¿Estás hablando enserio? Ojalá que tengan una relación a
escondidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario.<33